Mejorar la actitud: Para la mayoría de jugadores un partido se presenta como una mezcla impredecible de posibilidades de ganar y de perder. El control mental es tan importante como la capacidad física, ya que en partidos muy disputados suele ser la decisión de ganar la única diferencia entre el que gana y el que pierde. Aunque las circunstancias externas influyen continuamente en la actitud del jugador, es posible modificar ésta siguiendo alguna de las formas de control mental descritas a continuación:
Determinación: La determinación es la clave del éxito. Ser determinado significa esforzarse siempre por alcanzar el objetivo propuesto. Concentrar la imaginación: Las reacciones a algunas situaciones se ven afectadas con frecuencia por la imaginación. Pero la imaginación, bien enfocada, permite controlar dichas reacciones. Por ejemplo, si se observa que el jugador contrario bota muchas veces la pelota antes de sacar podemos imaginar que es un acto deliberado, lo que hará que nos distraigamos del objetivo: hacer un buen resto. Pero si imaginamos que lo hace porque está nervioso nos concentraremos mejor en hacer un buen resto ya que pensaremos que debemos aprovechar su nerviosismo. Visualizar la victoria: Es muy buena técnica. Nos ayudará a creer en la victoria. La imaginación le permitirá generar imágenes de la forma en que le gustaría jugar y verse a sí mismo jugando de esa forma. Cuando no tenga confianza en un determinado golpe, imagínese a sí mismo ejecutándolo magistralmente en un partido. Puede hacerse incluso de forma “suelta” a lo largo de un partido. Controlar el mal genio: Evite a toda costa perder los estribos durante un partido, no sólo por respeto hacia el contrario y los espectadores, sino porque ello le distraería y le supondría un esfuerzo mental del que se resentirían sus resultados. El contrario lo interpretaría como un síntoma de nerviosismo, lo que reforzaría su confianza en sí mismo. Es necesario que aprenda a canalizar esa energía que está a punto de desperdiciarse en una explosión de cólera y, justo antes de estallar, decidir emplearse a fondo en el juego hasta derrotar al contrario. No dejarse llevar por las artimañas del contrario: No es lo habitual, pero hay ciertos jugadores que emplean técnicas no muy deportivas basadas en artimañas para distraer a sus rivales, tales como a veces hasta ataques verbales intimidatorios. No se ha de caer en la trampa y se ha de mantener la concentración en lo importante: jugar cada punto concentrando empleando bien nuestros puntos fuertes, atacando los débiles del adversario y desarrollando una buena estrategia, para alcanzar la victoria. Concentración En tenis concentrarse no significa simplemente mirar la pelota, sino tener presente los principios básicos, la estrategia a aplicar, tener decidida la jugada o a dónde vamos a dirigir cada golpe antes de ejecutarlo, etc… Concentración durante el cambio de lado: El cambio de lado es un momento adecuado para relajarse física y mentalmente y para prepararse para continuar el juego. Planifique la táctica a seguir para desarrollar la estrategia general que le ha de llevar a la victoria y, cuando llegue el momento de volver a la pista, concéntrese en la pelota y cumpla con su deber. De esta forma siempre podrá pensar en lo que tiene que hacer antes de hacerlo y no mientras lo hace. Conservar la energía mental: Si durante un partido se encuentra mentalmente fatigado, una de dos: o está cansado o cree que lo está. Casi siempre la sensación de cansancio se debe a que su imaginación conjura imágenes de agotamiento debido a que se ha distraído y ha empezado a pensar que está jugando mal. Seguramente, estará también empezando a pensar en la excelente forma en que parece encontrarse el contrario. Si deja que la situación se prolongue, aumentará el cansancio, se volverá ansioso y agotará rápidamente toda la energía mental. Lo que necesita, mental y físicamente, es un “cambio de aires”, todos hemos experimentado alguna vez la sensación de estar agotados y, sin embargo, recuperar como por milagro las energías en cuanto se propone la realización de un ejercicio diferente. Algo parecido ocurre durante un partido, y la solución está en reenfocar la atención y buscar nuevas motivaciones para ganar. No espere que algo externo, como un soberbio passing shot le dé nuevas fuerzas, porque podría esperar inútilmente: esfuércese en cambio en centrar su atención en lo que está ocurriendo. Ganar el punto es siempre la tarea más inmediata, aproveche la experiencia de todos los puntos ganados para tomar las mejores decisiones tácticas. No olvide nunca que se gasta mucha más energía mental si se deja vagar al pensamiento que si se fuerza una intensa concentración en lo más presente, es decir, en la pelota. Pensar en los puntos que debe ganar para el último set o en aquél fallo que tuvo en el quinto juego, además de distraer, agota la energía mental en muy poco tiempo.
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Todos los principios fundamentales están interrelacionados, y cuando se utilizan eficientemente contribuyen a formar un conjunto correcto de golpes que es el requisito básico para cualquier jugador. Cuando un tenista agrega la estrategia a los golpes correctos está en camino de desarrollar el arte para ser no sólo un buen pegador de la pelota, sino también un eficaz jugador de partidos.
Seguimiento de la pelota con la mirada 1.- ¿Reaccionas con prontitud? 2.- ¿Te anticipas a tu probable “zona de golpe” en la pista? 3.- ¿Observas cualquier efecto sobre la pelota? 4.- ¿Estás en la pretendida zona de golpe? 5.- ¿Has llegado a tu pretendido punto de contacto? Juego de piernas 1.- ¿Estás en una buena posición de espera? 2.- ¿Te mueves con rapidez desde la marca central de la línea de fondo? 3.- ¿Llegas con antelación suficiente? 4.- ¿Consigues una buena posición para el golpe antes del impacto? 5.- ¿Te recuperas rápidamente después de tu golpe? Equilibrio 1.- ¿Estás equilibrado en la posición de espera? 2.- ¿Estás equilibrado al final de tu carrera hacia la pelota? 3.- ¿Estás equilibrado antes del impacto? 4.- ¿Estás equilibrado en el momento del impacto? 5.- ¿Estás equilibrado después del impacto? Control del “swing” de la raqueta 1.- ¿Te preparas con antelación en el giro hacia atrás? 2.- ¿Tienes una imagen mental del golpe que quieres dar? 3.- ¿Es suave y eficiente tu giro hacia atrás? 4.- ¿Practicas el juego hacia delante oportunamente? 5.- ¿Ejecutas el giro hacia delante que pretendías (forma de giro)? Control de la cara de la raqueta 1.- ¿Utilizas la empuñadura correcta? 2.- ¿Está bajo control la cara de la raqueta en el giro hacia atrás? 3.- ¿Golpeas a la pelota en el punto correcto de contacto? 4.- ¿Mantienes firme la muñeca en el momento del contacto? 5.- ¿Apunta hacia el objetivo la cara de la raqueta? Haz clic aquí para editar. 1.- Paciencia (el tenis es un juego de errores):
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